miércoles, 8 de junio de 2011

¿No se hacía camino al andar?

Comencemos preguntándonos, ¿acaso estamos los estudiantes conformes con la enseñanza que se nos ha venido dado hasta llegar a la universidad? Está claro que no, que siempre nos estamos quejando por los métodos tradicionales, los exámenes finales en los que te juegas todo el curso, los profesionales que no se reciclan y no se adaptan a las nuevas tecnologías, etc. Hartos de memorizar, retener conceptos para arrojarlos a un papel en blanco en un tiempo estimado, y después desocupar el espacio en el que habitaban esos contenidos para poder almacenar nuevos términos que derrochar en la siguiente prueba establecida. Somos los mismos afectados por el sistema educativo los que reivindicamos el cambio,… pero también los mismos que ejercen una actitud completamente pasiva al respecto. Si no somos nosotros los primeros en aceptar e impulsar dicho cambio, ¿quién lo hará? Es muy cómodo hacer una crítica sobre el sistema, pero no tanto pensar posibles soluciones o llevarlas a cabo.

Cabe destacar que en la universidad hay muchos profesores que ofrecen un espacio libre de expresión donde el intercambio de información y formación es posible, un lugar para explayar nuestra creatividad, enseñarnos los unos a los otros y aportar un sinfín de experiencias a los diferentes grupos y, sobre todo, un espacio abierto para aprender. Es curioso que, sin embargo, sea precisamente en estos espacios en los que muchas veces escasee la participación, y por los que se presente más recelo en el ámbito estudiantil. Pero esto… ¿por qué sucede?

Tenemos los métodos anteriores tan interiorizados que nos paralizamos ante lo novedoso, al mismo tiempo que esto nos genera inseguridad y, por tanto, miedo. Miedo al no saber hacer, al no saber expresar, al no saber crear; miedo a hablar en público, a exponer nuestras experiencias, nuestros conocimientos, nuestras capacidades; miedo al esfuerzo, miedo al fracaso, miedo al cambio…miedo a aprender. Pero entonces, ¿qué reivindicamos?, ¿no deberíamos ser partícipes de nuestro propio aprendizaje?... Debemos superar esos miedos, y la única forma posible de hacerlo es haciéndoles frente. ¿Cómo? Participando en esos nuevos espacios donde se brindan nuevas oportunidades educativas, en los que nuestra propia opinión tiene mucho más peso.

Es por este motivo que, para el desarrollo de esta asignatura, hemos emprendido uno de esos diversos caminos a favor del aprendizaje significativo, que invita a la reflexión y a la mejora de nuestras funciones mediante la obtención de herramientas que nos ayuden a llevar a cabo nuestras prácticas en un futuro profesional. Para ello, trabajaremos en equipo, partiendo de nuestra experiencia y conocimientos previos, y participaremos tanto de forma individual como grupal de cara al desarrollo de nuestras competencias como orientadores, así como de nuestras capacidades personales.

1 comentario:

  1. "...Tenemos los métodos anteriores tan interiorizados que nos paralizamos ante lo novedoso, al mismo tiempo que esto nos genera inseguridad y, por tanto, miedo. Miedo al no saber hacer, al no saber expresar, al no saber crear; miedo a hablar en público, a exponer nuestras experiencias, nuestros conocimientos, nuestras capacidades; miedo al esfuerzo, miedo al fracaso, miedo al cambio..." laura has leido mis pensamientos lo has expresado exactamente como a mi me hubiera gustado hacerlo...

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