A continuación se presenta un vídeo que nos ofrece un nuevo concepto sobre educación, un cambio de paradigmas hacia, para y desde la escuela:
https://cv2.sim.ucm.es/moodle/file.php/8618/Ken_Robinson_Changing_Paradigms_Spanish.mp4Práctica de reflexión
Interesante meditación la de este autor que invita a la reflexión y crea un caldo de cultivo propicio para la puesta en marcha de ideas que traten de solventar la problemática que nos acontece: bajo rendimiento, absentismo, fracaso, TDAH,… Nos encontramos en una situación extremadamente decadente en el ámbito escolar. Si bien es cierto que “somos más hijos de nuestro tiempo que de nuestros padres”, ¿no debería la enseñanza semejarse más a los tiempos que corren que a los que transcurrieron cuando estudiaban dos generaciones atrás? ¿Cómo pretendemos ir hacia delante mirando hacia detrás? Y esto es lo que pasa en educación, que caminamos de espaldas (quizá se deba a esto que tropecemos, valga la redundancia, con tantos tropiezos. Al fin y al cabo y, sarcásticamente hablando, ¿no es el hombre el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra?).
Como se puede advertir, son muchas las incongruencias que existen actualmente en el sistema educativo. La educación no parte de las necesidades de los alumnos, pero sin embargo son estos los destinatarios obligados de la misma. ¿Es posible una educación que no favorezca al aprendizaje? Al parecer, sí, y es precisamente la que se está inculcando no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial.
La adaptación educativa requiere ser, primeramente, pensada, ya que sin ideas que generen un cambio, no puede darse tal cambio. Es por este motivo preciso que emerge la demanda por un aprendizaje que potencie las idoneidades de cada alumno, para facilitar el impulso de nuevas generaciones proactivas con una mayor autonomía. Este nuevo aprendizaje fomenta su autoestima y potencia la adquisición de herramientas que ayuden a su desenvolvimiento académico-profesional (un ejemplo importante es el desarrollo del sentido crítico, para poder llevar a cabo tomas de decisiones), y también personal, conquistando ciertas habilidades sociales que pudieran escaparse en la enseñanza lineal, estandarizada y, hasta ahora, más habitual.
La lucha por un aprendizaje significativo no ha hecho más que comenzar. Debemos ser conscientes de nuestras responsabilidades individuales y sociales de cara a la puesta en marcha de esta propuesta, ya que “la educación somos todos” y mediante la comprensión y la colaboración podemos alcanzar nuestros objetivos con éxito. Debemos cooperar y no frustrarnos si algo sale mal; ahora sí, lo importante es participar (el aprendizaje significativo requiere participación, de ahí la importancia de esta y de los factores que la influyen, como es la motivación).
La inversión educativa no sólo requiere financiación: hacen falta ganas, valor, imaginación, esfuerzo, planificación, acción y opinión. Valgámonos de paciencia y optimismo y echémosle una mano a nuestra propia educación.
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